Tripulación

Plus Ultra

En enero de 1926, cuatro hombres se elevaron desde las aguas de Palos de la Frontera a bordo de un hidroavión llamado Plus Ultra, decididos a enlazar por aire las orillas de España y América. No eran héroes de leyenda, sino profesionales rigurosos: militares, técnicos y aviadores que conjugaron ciencia, valor y disciplina para acometer una empresa nunca antes realizada.

Ramón Franco, audaz comandante de la aeronáutica militar, pilotaba con intuición y coraje. A su lado, Julio Ruiz de Alda, artillero y navegante preciso, calculaba cada rumbo como si leyera las estrellas. En la parte posterior, Juan Manuel Durán, oficial de marina experto en radiocomunicaciones, mantenía viva la voz del avión con tierra firme. Y entre los motores, vigilante y sereno, el mecánico Pablo Rada aseguraba que la máquina aguantase la furia del océano y el peso de la historia.

Juntos surcaron cielos inexplorados y sellaron con su vuelo un símbolo de fraternidad entre naciones de habla española. La suya no fue sólo una travesía técnica, sino un acto de afirmación cultural, un mensaje volador de progreso, unidad y modernidad. Esta es la historia de sus nombres, sus vidas y su hazaña.

Ramón-Franco

Comandante Ramón Franco Bahamonde

El Ferrol, La Coruña (1896-1938).

Rango militar: Comandante de Aeronáutica Militar.

Rol en el vuelo: Piloto principal y comandante de la expedición.

Datos relevantes:

  • 741        Formado como piloto naval, destacado por su pericia y audacia.
  • Fue condecorado con dos Gran Cruz del Mérito Militar.

Aviador brillante y arriesgado, formado como piloto militar, se distinguió por su audacia técnica y dominio del vuelo sobre mar. Su liderazgo fue clave en el éxito del raid transatlántico. Fue condecorado con la Gran Cruz del Mérito Naval tras la hazaña.

Ruiz-de-Alda

Capitán Julio Ruiz de Alda Miqueleiz

Estella, Navarra (1897-1936)

Rango militar: Capitán de Ingenieros del Ejército.

Rol en el vuelo: Copiloto y navegante.

Datos relevantes:

  • Formado en la Academia de Ingenieros de Guadalajara.

  • Especialista en navegación aérea, aportó sus conocimientos matemáticos al éxito del raid.

Ingeniero militar meticuloso y amante de la precisión, se encargó de la navegación astronómica y el cálculo de trayectos. Su temple y formación técnica fueron decisivos en la travesía. Su figura es recordada como un ejemplo de aviación científica y metódica

rada

Teniente de Navío Juan Manuel Durán González

Cádiz (1891-1936) 

Rango militar: Teniente de Navío.

Rol en el vuelo: Oficial de enlace y radiotelegrafista.

Datos relevantes:

  • Oficial de la Aeronáutica Militar con formación técnica en radio y comunicaciones.

  • Se encargó del enlace con tierra y las comunicaciones durante el trayecto.

Con formación en telecomunicaciones, fue responsable de mantener el contacto entre el avión y tierra durante todo el viaje. Su dominio de la radio Marconi garantizó la seguridad y el seguimiento de la misión.

Durán

Mecánico Pablo Rada Ugarte

 Huelva (1892-1967)

Rango militar: aprendió el oficio de mecánico en su vida civil, pero su formación como mecánico de vuelo fue militar.

Rol en el vuelo: Mecánico de a bordo.

Datos relevantes:

  • Conocido por su precisión técnica y serenidad ante situaciones críticas.

  • Se ocupó del mantenimiento en vuelo de los motores y sistemas del Dornier Wal.

Técnico de confianza, destacado por su habilidad para mantener los motores en condiciones extremas. Su conocimiento del Dornier Wal fue fundamental para la resistencia y eficiencia del avión durante el trayecto oceánico. Recibió honores por su papel en la hazaña.

Biografías

Ramón Franco Bahamonde (El Ferrol 02-02-1896, Pollensa 28-10-1938)

Se puede afirmar que Ramón Franco es el aviador español más famoso de la historia. Personaje controvertido, polifacético, temperamental y carismático, no deja indiferente a nadie: admirado y denostado, pero imprescindible para conocer la historia de España de la primera mitad del siglo XX.

Nació en El Ferrol (Coruña), en un ambiente familiar profundamente vinculado a la tradición de la marina militar.

Formación y primeros destinos en Marruecos

Siendo el menor de los tres hijos varones, Ramón siguió los pasos de su hermano Francisco, ingresando en la Academia de Infantería. Tras su paso por el Regimiento de Zamora n.º 8, de guarnición en El Ferrol, en junio de 1915 fue destinado al Regimiento Extremadura n.º 15, en el campamento de Alcazarquivir.

Durante su estancia en Marruecos demostró un notable interés por la cultura local, llegando a estudiar árabe y a ejercer como profesor de esta lengua. En febrero de 1917 se incorporó a las Fuerzas Regulares Indígenas n.º 4 en Larache, donde permaneció hasta 1920, participando en diversas acciones bélicas que acreditaron su valor.

Ingreso en el Servicio de Aviación

En febrero de 1920 se incorporó al Servicio de Aviación. El 8 de marzo de 1921, ya como capitán, batió el récord de altura de España cuando apenas había obtenido el título de piloto.

Posteriormente fue destinado a la 1.ª Escuadrilla de Marruecos, en Tetuán, donde realizó numerosas operaciones de bombardeo, ametrallamiento, reconocimiento y transporte sanitario.

Ascenso en la Aviación Militar y récords de vuelo

El 22 de febrero de 1922 se incorporó a la Escuadrilla de Hidroaviones de Los Alcázares y, un mes después, a la Base de Hidroaviones de El Atalayón (Melilla). Desde allí continuó efectuando vuelos de combate y reconocimiento, batiendo el récord español de distancia en hidroavión al recorrer 817 kilómetros entre Arrecife y Casablanca.

Por sus méritos de guerra se le concedió la Medalla Militar Individual el 27 de agosto de 1923.

El raid del Plus Ultra

En 1924 fue destinado a Cuatro Vientos, donde comenzó a gestar su gran proyecto: volar hasta Buenos Aires. Finalmente, acompañado por Julio Ruiz de Alda, despegó el 22 de enero de 1926 desde Palos de la Frontera a bordo del hidroavión Dornier Wal W-12 “Plus Ultra”.

Tras recorrer 10.270 kilómetros en 59 horas y 30 minutos de vuelo, aterrizaron en Buenos Aires el 10 de febrero. El éxito del raid les otorgó fama internacional y un lugar de honor en la historia de la aviación.

Nuevos desafíos 

En 1928 intentó dar la vuelta al mundo en el hidroavión Dornier Super Wal “Numancia”, aunque el intento fracasó tras apenas 40 minutos de vuelo. Ese mismo año fue designado jefe de la Escuela de Combate y Bombardeo Aéreo de Los Alcázares.

En 1929 encabezó un nuevo raid con un Dornier Wal W-15, pero el proyecto terminó en fracaso al perderse sobre las Azores. El escándalo le llevó a pasar a la situación de disponible y posteriormente a supernumerario sin sueldo.

Publicó el libro Águilas y garras para justificarse, por lo que fue sancionado, aunque posteriormente indultado el 5 de febrero de 1930, coincidiendo con el aniversario del Plus Ultra.

Actividad política 

En 1930 se volcó en la política, siendo encarcelado y posteriormente fugado. El 15 de diciembre participó junto a Queipo de Llano en el fallido levantamiento de Cuatro Vientos, que lo llevó al exilio en Portugal, Bélgica y Francia.

Expulsado del Ejército en febrero de 1931, tras la proclamación de la Segunda República fue readmitido y nombrado Jefe Superior de Aeronáutica. Sin embargo, su breve gestión terminó con su destitución en junio del mismo año.

Elegido diputado por Esquerra Republicana de Catalunya, su papel político resultó discreto, y en 1933 abandonó la vida parlamentaria.

Agregado aéreo en Washington y regreso a España

El gobierno de Alejandro Lerroux lo nombró agregado aéreo en la embajada española en Washington, destino que desempeñaba cuando estalló la Guerra Civil en 1936.

Renunció a su cargo el 6 de octubre de 1936 y regresó a España por Portugal, presentándose ante sus hermanos Francisco y Nicolás Franco. El 23 de noviembre fue habilitado como teniente coronel y se le confió el mando de la Base Aérea de Baleares, desde donde dirigió las operaciones aéreas en el archipiélago.

Muerte en el cabo Formentor

El 28 de octubre de 1938, mientras pilotaba un Cant Z.506 rumbo a Valencia en condiciones meteorológicas adversas, el hidroavión se precipitó al mar frente al cabo Formentor, falleciendo toda la tripulación.

Su muerte dio lugar a numerosas especulaciones, entre ellas la posibilidad de un sabotaje para eliminar al “hermano maldito” del general Franco.

Julio Ruiz De Alda y Miguelez (Estella [Navarra] 07-10-1897, Madrid 22-08-1936)

Hijo de un industrial de Estella (Navarra), Julio Ruiz de Alda fue el mayor de doce hermanos. Con apenas quince años marchó a Madrid, donde se preparó para ingresar en la Academia de Artillería de Segovia, a la que accedió al año siguiente.

Desde el 1 de septiembre de 1913 hasta el 23 de junio de 1918 cursó los estudios para ser oficial artillero. Tras egresar como teniente, fue destinado al 2.º Regimiento de Artillería de Montaña en Vitoria.

Servicio en Marruecos 

A finales de agosto de 1919 se incorporó a la Comandancia de Artillería de Ceuta, donde realizó servicios de campaña, pasando después al Regimiento Mixto de Artillería de Ceuta. Participó en numerosas operaciones distinguiéndose por su valor y pericia en combate, siendo citado en la orden varias veces.

A pesar de no prosperar el juicio contradictorio que podía haberle ascendido por méritos de guerra, recibió la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo.

Incorporación a la Aviación Militar

Tras solicitar el curso de observadores de aeroplano, se incorporó el 20 de mayo al Aeródromo de Los Alcázares (Murcia), finalizándolo el 18 de agosto para pasar luego destinado al Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid).

Ascendido a capitán, fue comisionado al Servicio de Aeronáutica, donde comenzó a realizar vuelos de observador en Tetuán. El 5 de julio de 1924 fue convocado al curso de piloto en Alcalá de Henares, consolidando así su carrera en la aviación.

Pionero en fotografía aérea y cartografía

Desde sus primeros años en la aviación, Ruiz de Alda mostró un gran interés por la fotografía aérea y la planimetría, presentando incluso un proyecto de catastro aéreo a la Diputación Foral de Navarra.

En diciembre de 1924 formó parte, junto al general Soriano, de la comisión del Servicio de Aeronáutica enviada a París para asistir al Salón Internacional de la Aeronáutica, consolidando su perfil técnico e innovador.

El raid del Plus Ultra (1926)

El año 1925 marcó un punto decisivo en su trayectoria. Al causar baja el capitán Mariano Barberán, Ramón Franco lo eligió como navegante para el proyectado vuelo a Sudamérica. Ruiz de Alda se preparó intensamente, especializándose en el uso del radiogoniómetro, un sistema de navegación entonces muy novedoso.

El 22 de enero de 1926, a bordo del Dornier Wal W-12 “Plus Ultra”, partió de Palos de la Frontera rumbo a Buenos Aires junto a Ramón Franco, Pablo Rada y Juan Manuel Durán. Llegaron el 10 de febrero tras recorrer 10.270 kilómetros en 59 horas y 30 minutos de vuelo, logrando fama mundial.

Durante su estancia en Argentina impartió conferencias sobre aviación y la industria aeronáutica española. A su regreso, el 5 de abril, fueron recibidos por el Rey en Palos de la Frontera.

Reconocimiento internacional

El éxito del Plus Ultra marcó un antes y un después en la aviación española. Ruiz de Alda recibió numerosas distinciones nacionales y extranjeras, entre ellas la Medalla Aérea el 14 de abril de 1926.

En 1927 fue nombrado miembro del Consejo Superior de Aviación, y en 1928 representó a España ante la Federación Aeronáutica Internacional, reafirmando su prestigio profesional.

Nuevos proyectos 

En 1928 y 1929 participó junto a Ramón Franco y Eduardo González Gallarza en nuevos intentos de vuelos transoceánicos, que terminaron con percances técnicos y un amerizaje forzoso cerca de las Azores. Tras el escándalo del cambio de aeronave, ambos fueron sancionados.

Ruiz de Alda solicitó el pase a supernumerario el 5 de agosto de 1929 y se volcó en la empresa Compañía Española de Trabajos Fotogramétricos (CETFA), que fundó con el capitán Augusto Aguirre. Con ella desarrolló trabajos pioneros de cartografía aérea, como el catastro de Navarra y Álava.

Representación internacional 

Aunque estaba en situación de supernumerario, el 9 de mayo de 1932 fue comisionado para representar a España en el Congreso Internacional de Aviadores Transoceánicos celebrado en Roma. Finalmente, el 29 de junio de 1933 se le concedió el retiro con el grado de capitán, acogido a la Ley Azaña.

Actividad política

Retirado del servicio activo, se dedicó de lleno a la política. El 29 de octubre de 1933 presidió junto a José Antonio Primo de Rivera y Alfonso García Valdecasas el mitin fundacional de Falange Española (FE) en el Teatro de la Comedia de Madrid.

Su implicación política le llevó a ser encarcelado en marzo de 1936 en la Cárcel Modelo de Madrid, tras la ilegalización de la Falange por el Gobierno del Frente Popular. El 22 de agosto de 1936, tras el estallido de la Guerra Civil, fue fusilado por milicianos junto a otros presos políticos.

Juan Manuel Durán González (Jerez de la Frontera 09-11-1899, Barcelona 19-07-1926)

Nacido en la ciudad de Jerez de la Frontera (Cádiz), hijo de un médico cirujano, Juan Manuel Durán desarrolló desde joven una firme vocación por la vida castrense y el mar. Ingresó el 10 de enero de 1916 en la Escuela Naval Militar de San Fernando como aspirante de Marina.

Ascendió a guardiamarina en enero de 1918, continuando su formación a bordo de diversos buques escuela de la Armada. El 1 de enero de 1919 fue nombrado guardiamarina de segundo, y en enero de 1920 ascendió a alférez de fragata alumno, realizando varios cruceros de instrucción antes de recibir el despacho de alférez de navío el 11 de diciembre de 1920.

Aeronáutica Naval

Su primer destino embarcado fue el aviso Giralda, en Málaga. Sin embargo, antes de embarcar pasó el reconocimiento médico en Madrid con el propósito de ingresar como alumno en la recién creada Escuela de Aeronáutica Naval.

Solicitó el destino a esta nueva especialidad y se trasladó a Barcelona, donde ingresó en la primera promoción de oficiales aviadores navales. Por su juventud y aspecto, fue pronto conocido entre sus compañeros como el niño.

Bautismo de fuego

Durante su formación, embarcó en el portaaviones Dédalo, buque insignia de la División Naval de Aeronáutica, participando en el verano de 1922 en el primer crucero de prácticas de la unidad.

Frente a la costa marroquí de Alhucemas, la división fue hostilizada por las baterías de costa rifeñas, y los aviones embarcados —entre ellos el de Durán— realizaron los primeros ataques aéreos navales españoles, marcando el bautismo de fuego de la Aeronáutica Naval.

misiones internacionales

En 1924 ascendió a teniente de navío, continuando en la Aeronáutica Naval. En 1925 realizó dos comisiones de servicio en Italia, y en su último regreso pilotó un hidroavión Macchi M-24 hasta Barcelona.

Ese mismo año fue destinado a la Base de Hidroaviones de Mar Chica (Melilla), desde donde participó activamente en el Desembarco de Alhucemas, formando parte de la escuadrilla de hidroaviones M-24 que proporcionó apoyo aéreo a las fuerzas desembarcadas.

El raid del Plus Ultra (1926)

Tras las operaciones en Marruecos, Durán fue designado para participar en el histórico raid del Plus Ultra. Embarcó el 16 de diciembre de 1925 en el destructor Alsedo, buque de apoyo del vuelo junto al crucero Blas de Lezo.

El 22 de enero de 1926, el hidroavión Dornier Wal W-12 “Plus Ultra” despegó de Palos de la Frontera rumbo a Buenos Aires. Durán formó parte de la tripulación, realizando todas las etapas salvo la comprendida entre Cabo Verde y Fernando de Noronha, en la que desembarcó por razones de peso.

El vuelo, de 10.270 kilómetros y 59 horas y 30 minutos de duración, se convirtió en una hazaña mundial. A su regreso, Durán y sus compañeros fueron recibidos con honores en Palos el 5 de abril de 1926, en presencia del Rey y de una gran formación aérea.

Por su participación en la gesta recibió la Medalla Aérea, máxima distinción del arma.

Trágico accidente

Tras el éxito del Plus Ultra, Durán se reincorporó a la Escuela de Aeronáutica Naval de Barcelona. El 19 de julio de 1926, durante una demostración aérea conjunta de la Aeronáutica Naval y Militar, su avión Martynside colisionó en vuelo con otro aparato al término del desfile.

A pesar de la rápida intervención de los equipos de rescate, el joven aviador falleció en el acto. Su cuerpo fue trasladado a La Carraca (Cádiz) y sepultado en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, donde descansa como uno de los primeros héroes de la Aeronáutica Naval española.

Pablo Rada Ustárroz (Caparroso, 1901 – Los Molinos, 1969)

Pablo Rada Ustárroz nació el 30 de junio de 1901 en Caparroso (Navarra), hijo de Juan de Dios y Raimunda. El matrimonio tuvo nueve hijos, de los cuales solo cinco alcanzaron la edad adulta.

Desde joven aprendió el oficio de carpintero junto a su padre, aunque pronto mostró una notable inclinación hacia la mecánica, trabajando en talleres locales y reparando maquinaria agrícola en los pueblos vecinos.

Su carácter firme y reivindicativo quedó patente a los 19 años, cuando, siendo trabajador de la azucarera de Marcilla, participó en la huelga del sector azucarero, motivo por el que fue detenido y despedido.

contacto con la Aviación Militar

Tras recorrer buena parte de España desempeñando diversos oficios y completar un curso de perito mecánico en Valencia, que le permitió trabajar en una naviera de Palma de Mallorca, Rada fue llamado a filas el 10 de febrero de 1924.

Por su condición de huérfano y al tener un hermano sirviendo en África, su incorporación se había retrasado. Destinado inicialmente a Burgos, decidió opositar al Servicio de Aviación Militar, donde obtuvo el número uno de su promoción.

Tras su formación en la Escuela de Tiro y Bombardeo Aéreos de Los Alcázares (Murcia), fue destinado a la Base de Hidroaviones de El Atalayón, en la Mar Chica (Melilla), donde conoció al capitán Ramón Franco Bahamonde, con quien establecería una duradera relación profesional y de amistad.

Mecánico del Plus Ultra

Rada acompañó a Ramón Franco durante el Desembarco de Alhucemas (1925), actuando como mecánico de su hidroavión. Su lealtad y capacidad técnica hicieron que Franco lo eligiera personalmente como mecánico del histórico vuelo del Dornier Wal W-12 Plus Ultra rumbo a Buenos Aires.

El propio Ramón Franco justificó su elección con estas palabras:

“Podría haber encontrado mecánicos mejores que Rada, pero lo que yo necesitaba para mi vuelo lo tenía Rada: confianza ciega en mí, salud fuerte, inteligencia, peso reducido, desinterés, sacrificio, arrojo hasta la temeridad…”

Durante la travesía, Rada demostró un compromiso excepcional. En una avería producida por una fuga de combustible entre Montevideo y Buenos Aires, tapó la fuga con su propio cuerpo, sufriendo quemaduras leves en forma de cruz. Él mismo la definió con humor como “la primera condecoración que recibía en América”.

Su simpatía y cercanía con el público le convirtieron en el más popular de la tripulación, muy admirado por la colonia española emigrante y la clase trabajadora, que veían en él al representante del pueblo en la gran gesta aérea.

Reconocimiento 

A su regreso a España, Rada fue recibido con honores y entusiasmo popular. Se organizaron suscripciones públicas para premiar su hazaña y ayudarle a iniciar una nueva vida.

Se casó con María Luquí Lapuerta, con quien tuvo dos hijos, Pablo y Dalía. Uno de sus padrinos de boda fue el propio Ramón Franco.

compromiso político

En 1928 participó junto a Franco en el fallido intento de vuelta al mundo con el hidroavión Numancia, frustrado por problemas técnicos.

En 1930, ya como civil, se implicó en la actividad política nacional, participando con Franco en el fallido intento de bombardeo del Palacio Real durante la conspiración republicana. Tras el fracaso del plan, huyó a Portugal y posteriormente residió en París y Bruselas.

Con la proclamación de la Segunda República (1931), regresó a España y se presentó a las elecciones como candidato, solicitando además su reingreso en el Ejército como piloto de complemento, solicitud que fue denegada.

Exilio 

Durante la Guerra Civil Española, Rada se mantuvo fiel al Gobierno de la República. Finalizada la contienda, se exilió junto a sus hermanos primero a Colombia y posteriormente a Venezuela.

Enfermo y conmovido por la añoranza de su tierra, regresó a España en 1969, siendo hospitalizado en el Sanatorio Naval de Los Molinos, donde falleció el 18 de mayo de 1969, a los 67 años de edad.

Condecoraciones y legado

A lo largo de su vida recibió numerosas distinciones, entre ellas:

  • Medalla Aérea Individual

  • Dos Medallas del Mérito Militar

  • Cruz del Mérito Militar

  • Medalla de Oro del Trabajo

Pablo Rada Ustárroz es recordado como el mecánico del Plus Ultra, símbolo del ingenio, el sacrificio y la entrega del personal técnico en los inicios de la aviación militar española.